Con estas contundentes palabras y, desgraciadamente, tan de actualidad estos últimos días, concluyó la actriz Susan Sarandon la Masterclass que ofreció en la carpa Norai del Hotel Melià, en el marco del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges. Unos cincuenta asociados de la AADPC y AISGE pudieron asistir a la charla gracias a las invitaciones que el Festival puso a nuestra disposición.

Sarandon recibió el Premio Honorífico en la 50ª edición del Festival y durante la masterclass estuvo acompañada por Àngel Sala, director del Festival de Sitges y por el Subdirector artístico, Mike Hostench, que hizo de moderador y traductor.  Además, también se sentaron en la misma mesa Àlex Casanovas, President de la AADPC, y Sergi Mateu, Vicepresidente y Delegado de Barcelona de la Fundación AISGE, que fueron los encargados de presentar el acto, reconociendo su admiración por la trajectoria profesional de la actriz norte-americana.

La charla consistió en turnos de preguntas efectuadas por los asistentes y las respuestas de la actriz. Susan Sarandon les transmitió, jugando con la complicidad y proximidad con el público, la pasión por su trabajo, entendida como una profesión que “si no la haces, te sientes herido, te duele no desarrollarla”.

Entre los papeles protagonistas que ha llevado a cabo en el cine, destacó el de Helen en Pena de Muerte, con el que obtuvo un Óscar en 1995 y de como las historias sirven para hacer un mundo mejor. Esta película ayudó al cambio de mentalidad en los EEUU respecto la condena de la pena de muerte que se practica en algunos de sus estados. Confirmó que Hollywood nunca innovará, y se tienen que explicar historias imaginativas para distinguirse del resto.

En respuesta a como preparaba un personaje que no tenía nada que ver con su personalidad, afirmó que "en realidad las personas no somos tan diferentes las unas de las otras. Sólo tienes que abrir el corazón y encontrar dentro de ti los espacios que tienes en común con el personaje ". Entonces, sólo tienes que esperar que te salga de dentro esta parte.

Explicó también que estaba encanta cuando hacía teatro, aunque no tanto participar en las grandes producciones de Broadway. Sacó la sonrisa del público al afirmar que la diferencia entre trabajar en el teatro o el cine "era como hacer el amor o masturbarse", porque en las películes no existe la interacción con el público.

La actriz no dejó escapar la oportunidad de hablar sobre la incorporación de la mujer al sector cinematográfico. Señaló que los últimos filmes que ha interpretado han sido dirigidos por mujeres, pero de todos modos, le gustaría tener la oportunidad de trabajar en muchos más proyectos de mujeres.

Prácticamente al final de la charla, Susan Sarandon apeló a los presentes, la mayoría de los cuales eran actores y actrices, a ser los Guardianes de los Sueños. Aconsejó a los profesionales de nuestro país a afrontar la situación actual de crisis y de falta de producciones suficientes para emplear a todos y les aconsejó que "lo más importante es hacer películas y obras que lleguen al alma de la gente".